Este cuarto domingo de Pascua (21/04/2013) se celebra en todo el mundo la 50 Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, con el lema «Las vocaciones, signo de la esperanza fundada sobre la fe». Para sentir la vocación, se necesita de nuestra oración. ¡Recemos por las vocaciones!
“Queridos jóvenes, no tengáis miedo de seguirlo y de recorrer con intrepidez los exigentes senderos de la caridad y del compromiso generoso. Así seréis felices de servir, seréis testigos de aquel gozo que el mundo no puede dar” (Benedicto XVI, Mensaje para la Jornada).
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Bajando los montes me ves, pastor fiel;
conoces mis manos, conoces mis pies.
Cautivo en mis miedos, me pierdo de ti,
puerta siempre abierta de un solo redil.
Contigo a mi lado ya no temo más,
por verdes praderas me llevas a andar,
confío mi vida, enséñame a amar;
firme es tu cayado, camino de paz.
Dame tu alegría, Señor, toma mis temores, guía tú mi senda, buen pastor,
lléname de vida; reconozco hoy tu voz.
Cada vez que llamas te escucho, pastor: "sigue mis pasos: justicia y amor".
Los cercos se abren, liberador.
Dame tu alegría, Señor, cárgame en tus brazos, guía tú mi senda, buen pastor,
lléname de vida; reconozco hoy tu voz.
conoces mis manos, conoces mis pies.
Cautivo en mis miedos, me pierdo de ti,
puerta siempre abierta de un solo redil.
Contigo a mi lado ya no temo más,
por verdes praderas me llevas a andar,
confío mi vida, enséñame a amar;
firme es tu cayado, camino de paz.
Dame tu alegría, Señor, toma mis temores, guía tú mi senda, buen pastor,
lléname de vida; reconozco hoy tu voz.
Cada vez que llamas te escucho, pastor: "sigue mis pasos: justicia y amor".
Los cercos se abren, liberador.
Dame tu alegría, Señor, cárgame en tus brazos, guía tú mi senda, buen pastor,
lléname de vida; reconozco hoy tu voz.
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